Juan 19:23 al 24
Despues de que crucificaron a Jesus, los soldados le quitaron la ropa.
La repartieron en cuatro partes, una para cada soldado. Tambien tomaron su tunica pero no tenia costura. Era una tunica tejida en una sola pieza de arriba a bajo. Entonces se dijeron unos a otros: No la rompamos, mas bien echemosla a la suerte para ver quien se queda con ella.
Esto sucedio para que se cumpliera lo que dice en la Escritura:
"Dividieron mi ropa entre ellos y echaron mi tunica a la suerte".
Eso fue lo que hicieron los soldados.
Nosotros estamos tan cerca de la cruz como lo estuvieron esos soldados, Jesus voltea buscando encontrar una mirada cara a cara, una mirada que nos llegue al corazon y nos transforme. Aun mas, Cristo estira sus manos pero aveces estamos entretenidos jugando el juego de la vida, ocupados tratando de ganar, de salir adelante, de ser mejores. Pero sin Jesus no importa que ganemos, tan pronto toque nuestras manos se ensuciara. Debemos de dejar de jugar con dados y dejar que Su sangre y Su sacrificio en la cruz nos redima, nos limpie y nos haga nuevas creaturas. No lo dejes al azar, levantate y corre a sus pies, a la cruz.
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